Los desguaces tanto en Bilbao como en cualquier parte de España han ido evolucionando de tal manera que se han desarrollado numerosas normativas para que su implantación, uso y gestión perjudique lo menos posible al medio ambiente y a todos los que se dedican a esta actividad.

Uno de los mayores objetivos que pretende conseguir la nueva legislación trata de evitar que la mala gestión y la existencia de instalaciones deficientes en los desguaces provoque la contaminación del suelo.

De sobra es ya conocido que residuos como el plomo, el cadmio u otros líquidos residuales, pueden acabar siendo absorbidos por el suelo, por lo que es necesario establecer numerosas medidas de prevención y protección, así como llevar a cabo una buena gestión de residuos para que el efecto sea lo menos nocivo y perjudicial posible.

Sin embargo, esta problemática resulta muy difícil de solucionar ya que la mayoría de los desguaces en Bilbao o en otros puntos de nuestro país, se encuentran asentados en suelos no propicios para desarrollar la actividad que llevan a cabo. Podríamos decir que se trata de una problemática de ubicación.

Actualmente estos centros se encuentran instalados en terrenos considerados como  suelo rústico, ya que la actividad que se desarrolla en los desguaces, bien sea en Bilbao bien sea en otras localidades de nuestro país, requiere una gran extensión del terreno, donde la población sea lo menos densa posible, a las afueras de la ciudad y que tengan una buena comunicación y estén próximas a zonas de urbanas y/o de paso de vehículos.

Para ello, los ayuntamientos de las provincias, municipios o localidades en los que se pretendan instalar los desguaces precisan una serie de documentos con la intención de legalizar la actividad que desarrollan y su impacto sobre el suelo.

Entre los documentos que los ayuntamientos requieren se encuentran en primer lugar la elaboración de un proyecto técnico donde se justifique la idoneidad urbanística para llevar a cabo su actividad. En segundo lugar precisan de un documento en es que se especifiquen las condiciones de edificabilidad así como la respectiva justificación ambiental. Y por último, los entes municipales solicitan una autorización excepcional de uso de suelo que se otorga mediante Resolución del órgano Competente en la Comunidad Autónoma en la que vaya a ubicarse el C.A.T. o desguace.
Como conclusión, observamos que los desguaces en Bilbao y en el resto de provincias españolas necesitan cumplir una normativa para que el impacto medio ambiental sea mínimo.