Antes de adentrarnos profundamente en el ámbito de los chatarreros en Navarra, vamos a definir a estos profesionales, es decir, vamos a definir la figura del chatarrero como aquella persona que recoge chatarra.

A simple vista parece una definición lógica pero ¿qué es exactamente la chatarra? Pues bien, cuando hablamos de chatarra, hacemos referencia aquellos trozos de metales desechados que proceden de productos viejos, es decir, todos aquellos materiales que se necesita eliminar porque ya no poseen valor, pero que al eliminarlos crea un impacto ecológico negativo en nuestro medio ambiente, de ahí la importancia de su reciclaje y reaprovechamiento.

La chatarra puede ser orgánica e inorgánica. La chatarra orgánica  es todo aquello que puede ser biodegradable naturalmente, mientras que la chatarra inorgánica son los restos  producto de la manufacturación y del consumo.

Otra acepción del término chatarrero hace referencia al dueño de una chatarrería, pero aquí volvemos a lo mismo, ¿qué es una chatarrería?

Pues  una chatarrería no es ni más ni menos que el lugar donde los chatarreros entregan la chatarra que han podido conseguir, y a cambio, el propietario de la chatarrería les paga en función de los materiales, del peso de los mismos y de la cotización de mercado que tenga cada metal en ese preciso momento.

Hay que señalar que la mayoría de las chatarrerías están constituidas por diferentes almacenes  de grandes dimensiones donde guardan los materiales recogidos por los chatarreros, y suelen estar en polígonos industriales y lugares alejados del centro de las ciudades.

La falta de trabajo y el alto precio que tienen metales como el cobre o el aluminio, son las principales causas que han llevado a que muchas familias se dediquen a la profesión de chatarreros.

Por ello, los chatarreros en Navarra y no solo aquí, sino los chatarreros en general, suelen centrarse en metales como  el aluminio, hierro, cobre y acero, debido a que éstos son los que mayor precio tienen en el mercado. Sin embargo, resulta conveniente señalar que el precio de la chatarra es muy variable, ya que depende de las reservas generales de cada material, y del lugar dónde se encuentre la chatarrería.