Residuos orgánicos

Son los residuos sólidos biodegradables, es decir, aquellos que se descomponen gracias a la acción de microorganismos. Es el caso de cáscaras de frutas y verduras, sobrantes de comida, café o té, residuos de jardinería, cascarones de huevo, cabello, etc

Se identifican con el color verde.

 

Residuos inorgánicos

Son los residuos elaborados con materiales  no se descomponen o que tardan largo tiempo en descomponerse. Muchos de ellos pueden ser reciclados, pero ello requiere que los materiales estén muy bien separados

Ejemplos: bolsas, empaques y envases de plástico, vidrio, papel, cartón, metales, electrodomésticos, artículos de oficina, cerámica, clavos, ropa, zapatos, etc

Se identifican con el color gris.

 

Beneficios de la separación de residuos sólidos

La separación de los residuos en orgánico e inorgánico trae consigo beneficios ambientales, económicos y sociales. Además de ser una obligación legal

Haciendo referencia a los beneficios ambientales tenemos que destacar que entre muchos otros se destaca la reducción en el consumo de productos, así como la disminución en el gasto de los recursos naturales. Además aumenta la vida útil del relleno sanitario y mejora la calidad ambiental del entorno.

En cuanto a los beneficios económicos, aprovechar los residuos sólidos como materia prima de nuevos productos, supone reducir los costos en la obtención de la misma y se convierte en unas alternativas de negocio para personas sin empleo o para los grupos organizados.

Finalmente, mencionando los beneficios sociales que supone separar los residuos sólidos, se mejora la condición de trabajo de los recicladores o recuperadores informales, se dignifica su labor, se fortalecen y promueven los grupos de trabajo y los proyectos ambientales.