El funcionamiento de un desguace de coches es más complejo de lo que podemos pensar a primera vista. Aunque si bien es cierto que los desguaces de coches, también conocidos como Centros Autorizados de Tratamiento de vehículos son lugares donde podemos encontrar cualquier pieza para nuestro vehículo en muy poco tiempo y a muy buen precio, la labor que se hace en estos lugares es más compleja de lo esperado.

La entrega o recogida del vehículo en el desguace se puede llevar a cabo de dos formas. Por un lado los concesionarios o los propios conductores particulares se encargan de avisar al desguace para que se lleve a cabo la recogida del vehículo, el cual se realizará en un plazo de 24-48 horas, y se llevará a cabo con grúas propias del propio desguace. Por otra parte, otra posibilidad es que el concesionario o el particular acudan personalmente al desguace para entregar el coche.

Una vez hecho esto, son los propios desguaces de coches los que se pueden encargar de dar de baja el vehículo ante la DGT, de tal forma que los conductores se pueden ahorrar los correspondientes trámites administrativos. Dicha tramitación se realizará de la siguiente manera:

Primero se entrega al desguace el vehículo junto con la documentación necesaria (permiso de circulación y tarjeta de inspección técnica).

Segundo se firma la solicitud de baja que nos entregará el mismo desguace de coches. Éste debe entregar dos documentos: certificado de destrucción del coche y justificante de la baja definitiva de la DGT.

Posteriormente, una vez que el vehículo dado de baja está en el desguace, lo primero que se realiza es el denominado proceso de Descontaminación. Esto es, se retiran los filtros de aceite, de gasolina, Diesel, el líquido de frenos, el gas del aire acondicionado, las gomas y los neumáticos en mal estado, las baterías, el líquido anticongelante, etc.

Sin embargo en este aspecto conviene destacar que la normativa medioambiental al respecto es realmente severa y su incumplimiento conlleva fuertes sanciones económicas, por lo que todos los materiales indicados quedan almacenados en contenedores y en lugares estipulados para su tratamiento.

Después de realizar todo el proceso de descontaminación, pasamos a la valoración del vehículo. En este proceso, se analizan qué piezas están bien o cuáles están defectuosas, es decir, cuales desechamos o cuales nos quedamos… de tal forma que las mejor conservadas se exponen en la explanada con el coche ‘descuartizado’ o directamente se almacenan con su correspondiente catalogación y etiquetado.

Los conductores que busquen una pieza en el desguace de coches pueden buscar en la explanada o directamente contactar con el servicio de venta de piezas del propio desguace indicando marca, modelo y año de fabricación del automóvil en cuestión.

Otro aspecto muy importante a señalar es qué ocurre con todo el metal que cuente con algún tipo de desperfecto (aluminio, hierro, etc.), pues bien, todo esto va a parar a la fragmentadora de metal.

Lo que se hace aquí es reciclar el metal defectuoso, el cual se podrá volver a utilizar para la fabricación de nuevos componentes.

Como ya vemos un desguace de coches tiene un funcionamiento muy complejo e incluso realizan una labor desconocida a ojo de muchas personas.