El negocio de las chatarrerías en Madrid y en cualquier parte de España, es un negocio que ha existido siempre, sin embargo no ha sido hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria cuando este ejercicio se ha revelado como uno de los más rentables del momento.

La crisis del ladrillo supuso una disminución en la chatarra proveniente del mundo de la construcción, pero la figura del chatarrero se ha mantenido viva y ha sido capaz de salir adelante gracias al gran volumen de residuos que son capaces de adquirir en otros ámbitos.

Si bien es cierto que a pesar de este auge que vive el mundo de las chatarrerías, ya no solo en Madrid, sino en la mayor parte de las provincias españolas, son muchos los que desconocen los beneficios que pueden tener con respecto al medio ambiente a través de la labor que realizan.

Para conocer todo esto, lo primero que debemos tener en cuenta es que las chatarras se encuentran englobadas en dos grandes grupos: las chatarras de metales ferrosos y las chatarras de metales no ferrosos. El primer grupo engloba aquella chatarra procedente del hierro y el acero; y el segundo grupo abarca los residuos de cobre, aluminio, estaño, plomo, cinc o níquel, entre otros.

Pues bien, la función principal que tienen las chatarrerías tanto en Madrid como en el resto de ciudades de la Península Ibérica, no es otra que la de clasificar el tipo de materiales que reciben de los chatarreros o que ellos mismos recogen, para así poder establecer una determinación del tipo de metal y la aleación del mismo.

Una vez que hacen dicha clasificación, se lleva a cabo un proceso del material recogido o recibido, donde el metal es cortado o prensado teniendo en cuenta el tipo de aleación que se desee conseguir.

Este proceso del que estamos hablando y que ponen en marcha las chatarrerías bien sean en Madrid, bien en otra localidad española, se lleva a cabo desde el punto de vista de la sostenibilidad. Es decir, se realiza con el objetivo primordial de prevenir o disminuir los riesgos medioambientales de nuestro planeta, así como ofrecer un servicio de máxima calidad tanto en la producción como en el transporte, almacenamiento y reciclaje de chatarra.