Los equipos de Reciclados y Demoliciones San Juan han concluido recientemente con éxito su intervención en las instalaciones de las compañías aragonesas Nurel y Saica. En el primer caso, los trabajos consistieron en la demolición de un enfriador y un cobertizo, que presentaban un complicado acceso, y donde la principal dificultad residió en el reducido espacio para desarrollar la actuación y en la cercanía de otros dos enfriadores y varias tuberías en servicio. Para estos trabajos, se emplearon retroexcavadoras Liebherr 954 y 944, así como un elevador y un equipo de oxicorte.

Las obras llevadas a cabo han supuesto la demolición de una torre con cimentación y balsa de planta cuadrada de 11 x 10 metros. Sobre la cabeza de estos muros, de 1,5 metros de altura, se levantaba la estructura de distintos elementos prefabricados. La estructura se elevaba hasta los 12 metros sobre nueve pilares que formaban una cuadrícula aproximada de 5,5 metros entre los ejes. Por su parte, los pilares exteriores partían de la cabeza del muro perimetral, con una sección de 30 x 35 centímetros y arriostrados entre sí por una serie de vigas y zunchos cuya labor era la transmisión de cargas del cerramiento y la limitación de las longitudes de pandeo de los pilares.

La estructura acababa en una cota de 12 metros, con un forjado de losa sobre la que se encontraba la tobera de descarga de aire, así como el montaje de ventilador, la transmisión y el motor. A los 10,5 metros de cota se situaban cuatro vigas de pequeña entidad (10 x 20) montadas sobre enanos de 60 centímetros de altura y que transmiten las cargas a las vigas perimetrales. Su misión era soportar las cargas provenientes del relleno de torre, el separador de gotas y la red de tuberías de rociadores.

 

En el caso de SAICA,  los trabajos se desarrollaron en dos ubicaciones diferentes. Por un lado, en las instalaciones de El Burgo de Ebro se llevó a cabo el desmantelamiento de reactores biológicos, una intervención que consistió  en la retirada de tres depósitos de 24 metros de longitud y cuatro metros de diámetro, así como otros elementos y depósitos de menor tamaño. Para ello, se emplearon autogrúas y  diversa maquinaria de demolición y manipulación, así como elevadores y equipos de oxicorte.

Por otro lado, en Zaragoza se realizaron distintos trabajos de menor entidad, basados fundamentalmente en la retirada de varios depósitos, una pasarela y varias tuberías.