Las cubiertas de fibrocemento son unas placas fabricadas con una base de cemento y fibras de amianto, las cuales presentan una gran resistencia ante cualquier tipo de golpes, inclemencias meteorológicas o cualquier otra clase de adversidades. Se utilizan para la impermeabilización de cubiertas y rehabilitación de construcciones.

Su elaboración pasa por diversos procesos, como el de su montaje, a base de mortero de cemento y un árido de amianto. En este último hay fibras compuestas de minerales o vegetales.

 

El cemento que normalmente es usado es el conocido como Supercemento o el Cemento Pórtland.

 

Una de las características de las cubiertas de fibrocemento la encontramos en su peso, que destaca por ser muy liviano, consiguiéndose así que  su manejo sea de una gran facilidad. Debido a ello  pueden ser serradas, atornilladas, perforadas e incluso torneadas, sin ninguna dificultad.

 

Por otra parte, se caracterizan también por ser muy impermeables, debido a lo cual se suelen usar en los exteriores de las viviendas, granjas, garajes o allí donde se considere apropiado su uso, lugares en los cuales cumplen una perfecta función de protección contra las humedades y agentes externos, protegiendo los lugares en los que se coloca de agentes como la lluvia, la nieve, el granizo o similares.

 

El acabado de las cubiertas de fibrocemento hacen que están sean también un agente muy eficaz contra los ruidos, por lo que suelen ser utilizadas como planchas internas en determinados locales o almacenes, con el fin de conseguir insonorizarlos.

 

Sin embargo, debido al hecho de que entre sus componentes se encuentran las fibras de amianto (agente nocivo para la salud), estas placas se suelen poner en la actualidad solamente en exteriores.