Si todavía eres de los que se preguntan si merece la pena reciclar, la respuesta es sí. Este proceso comienza en nuestros hogares, con tan sólo un simple gesto, como separar nuestros residuos,en función de sus propiedades y de las condiciones para su reciclaje, al deshacernos de ellos.  De esta manera, estamos contribuyendo a que estos productos puedan ser reciclados y tener una segunda oportunidad. Además, garantizamos que se reduzca la materia que llega al vertedero, por lo que también estamos ayudando a la buena conservación del medio ambiente.

El reciclaje es un proceso para el tratamiento de los residuos, tanto industriales como domésticos, que permite volver a introducirlos en el ciclo de producción de un producto para que se pueda volver a utilizar.

Para poder llevar a cabo este proceso, la mayoría de los ayuntamientos del país cuentan con contenedores especiales para la clasificación de los residuos, donde podemos llevar vidrios, papel y cartones, plásticos y briks, envases metálicos y, en algunos casos, también residuos orgánicos.

Desde Ecoembes destacan “la implicación de todos los grupos de interés (ciudadanos, empresas adheridas, administración públicas, recicladores…)” para conseguir, según nombran en su último informe de reciclaje de 2014, alcanzar el 80% de envases reciclados en el año 2020. Este mismo informe recoge que, solamente en España, se generan 24 millones de toneladas de residuos urbanos.

Pero desde que los ciudadanos nos deshacemos de nuestras basuras hasta que éstas vuelven a convertirse en abonos, nuevas botellas, nuevo papel o partes de productos fabricados con material reciclados, pasan por un largo proceso en las plantas de reciclaje.

En España hay 95 plantas de selección, donde los residuos se clasifican previamente y luego son reciclados.

En Zaragoza, El Complejo de Tratamiento de Residuos Urbanos de la capital aragonesa, CETRUZ, ubicado en el Parque Tecnológico del Reciclado, incorpora las últimas tecnologías en materia de reciclado, lo que permite garantizar el máximo aprovechamiento de los materiales presentes en los residuos, y a reducir a cero el impacto sobre el medio ambiente. Esta planta recibe los residuos de Zaragoza y de sus 61 municipios.

La instalación está dividida en diferentes áreas. En cada una de ellas se realiza un tratamiento específico y diferenciado de los residuos.

  • Área de recepción, control y pesaje: En este primer paso los vehículos pasan por aquí para determinar la procedencia y la tipología de los residuos que transportan. Una vez analizados, son dirigidos hacia el área de tratamiento indicados, donde descargan el contenido.
  • Área de almacenamiento de productos reciclables: una vez los productos han sido separados para su aprovechamiento, son prensados y almacenados para su envío a empresas de reciclaje.
  • Compostaje: La materia orgánica, tras ser sometida a un proceso de descomposición, donde se obtiene energía eléctrica y energía térmica, se mezcla con residuos vegetales. De esta manera, se obtiene un abono denominado compost.

 

Finalmente, los residuos de todas las áreas anteriores que no pueden ser aprovechados, son vertidos en el Depósito Controlado de Rechazos y las aguas sucias generadas por los procesos anteriores son sometidas a un proceso de depuración.