En líneas generales podemos definir la figura del chatarrero en Pamplona, y no solo aquí, sino en el resto de España, como la persona que recoge, clasifica y separa los diferentes materiales que componen la chatarra para una posterior venta.

Es cierto que la imagen del chatarrero en Pamplona y en otros puntos del país, ha estado y sigue estando muy mal vista, pero lo que no se tiene en cuenta es que esos chatarreros, tanto ambulantes como propietarios de locales o establecimientos de compraventa se han convertido en la actualidad en una parte importante del proceso de reciclaje de chatarra. Es más, podemos incluso afirmar que estas personas son la clave en el tratamiento y gestión de este tipo de materiales, ya que son capaces de llevar a cabo la separación de los elementos recogidos y de determinar los procesos de reciclaje que se deben emplear en cada situación.

Un aspecto importante a señalar es que los chatarreros, tanto en Pamplona como en cualquier parte de la Península Ibérica, tienen sus orígenes en la familia, es decir, muchos de los que hoy en día se dedican a este negocio, se debe a que se ha transmitido el oficio de padres a hijos.

Actualmente, los chatarreros en Pamplona y en la mayoría de localidades españolas, centran su actividad en recolectar metales como el aluminio, el cobre, el hierro y el acero, ya que son los que más valor tienen en el mercado.

Sin embargo, el boom que ha sufrido el negocio de la chatarra ha sido tan grande que el Gobierno se ha visto a establecer medidas y a desarrollar e implantar numerosas normativas en este sector que no benefician de ningún modo a los chatarreros de Pamplona y de muchas comunidades autónomas del país. De hecho, muchas de éstas personas que llevaban años dedicándose a este negocio se han visto obligadas a parar su actividad, en detrimento no solo de ellos mismos y sus familias, sino también en detrimento del medio ambiente, ya que los grandes beneficios que supone el reciclaje de chatarra para el planeta es bastante importante.